So..

So..
So... Let's rock?

martes, 1 de julio de 2014

Roxanne


Oh dulce y venenosa Roxanne, que hermosas caderas te manejas, que vaivén posees pero que vacía estas por dentro. 

Eres todo lo que yo he podido soñar alguna vez y... no tienes la menor idea de cuanto te odio por eso, tan perfecta, tan animada, tan deseable, tan testaruda, tan indomable; así eres, así te estimo. Me manejas a tu antojo, me destruyes, me armas y me vuelves a partir otra vez con tu dulzura y bravedad; espíritu libre aclamas, mintiéndote tanto a tus adentros como a los que estamos externados de tu amable cuerpo.

Estoy frustrado Roxanne porque te amo, innegablemente estoy loco de amor por ti pero el problema, según tú, es que soy altamente celoso, ruin, egoísta y voraz. ¿Pero como no serlo cuando tu cabello rubio abanica el viento opacando el cielo? ¿Cómo no serlo cuando dejas respirar el perfume de tu largo cuello a cierto grupo selecto? ¿Como no serlo si conozco tu manera de bailar sin música, de cantar sin melodía, de querer sin voto?

No Roxanne, esta no es una carta de amor, no la podrás colgar en tu vitrina de trofeos. 

Todo ser terrenal sabe cuanto te adoro pero sólo Dios se imagina como te desprecio, por ser agradable conmigo, por ser perfecta. Eres tan traicionera, tan mentirosa, tan buena actriz que has logrado mantenerme ciego por mucho tiempo pero me desisto a continuar.

Ya no me distrae la idea de saber si ese bebé que esperas es mío, ya no planeo mantener tontamente tus caprichos, ya no considero conseguir un lugar donde pueda mantener a ambos a mi lado, ya no me quitas el sueño y sobretodo ya no te creo.

Que Dios me salve de tu recuerdo, porque la tormenta se acerca cda vez más mientras yo me voy alejando con el boleto de tren en la mano.

Te aseguro muchas cosas querida Roxanne pero entre ellas está el hecho de que no habrás más excusas, no más de tus lágrimas de teatro, no más dulces besos de mañana, no más abrazos de consuelo y, sobretodo, no más de mi devoto amor.