So..

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So... Let's rock?

domingo, 25 de agosto de 2013

El chico de los ojos verdes.

Estoy aquí, intentando concentrarme en este cuaderno, en esta historia que debí terminar hace un par de meses pero su rostro viene a mi mente cada 5 segundos sin descanso, sin un puto break que me deje respirar fuera de su recuerdo. ¿Que tiene él? ¿Por qué siempre es él? Cada que siento que por fin quemé el libro, que este día es el punto de quiebre donde un nuevo comienzo con altibajos, ajenos a ese amor que alguna vez latió en mi, empezará... Aparece su rostro, el cual viene de la mismísima nada; esa nada que encerré en mi cabeza, con un candado agrietado, hace mucho tiempo.

Es por eso que tontamente vuelvo a escribir sobre él en un nuevo relato; donde podría hablar de los rulos que él no posee, de los ojos verdes cual esmeralda que me enamoraban al parpadear (Que obviamente nunca existieron) o de todos esos atributos que él notoriamente carece; ¿Por qué mentiría en mi propio blog? Muy fácil, porque si ni siquiera soy sincera conmigo misma ¿Como seré sincera con el publico? Así que no.. No es porque me avergüence de esos ojos marrones tan terrenales o de ese cabello negro tan sexy, es el simple hecho que me falta la valentía de escribirle, sin disfraz alguno, sobre como percibo que algo me explota en las entrañas cada vez que lo veo.

Me encantaría decirte a los ojos (si, a esos ojos verdes que no albergas) lo mucho que me encantas, la magnitud de pena que me inunda cada vez que tenemos esos cortos periodos de soledad, esos periodos en forma de espacio propio "Tiempo para uno" me suelo repetir, sin mucho éxito claro está.

Entonces mi querido amor -No realizado- te escribo hoy porque siento que es hora de despedirme, de decir adiós a eso que pudimos haber construido meses atrás pero que por "a" o "b" motivos lo dejé en "DreamMode" sin darme cuenta (o a tientas tal vez) que la oportunidad era ayer, que hoy es demasiado tarde y que el mañana es un futuro de rumbos desgraciadamente separados.

Finalmente, mi dulce casi amor, mis últimas palabras serán unos sinceros deseos. ¿Específicamente cuales? No lo sé, no me puedo decidir y no tengo la fuerza necesaria para continuar escribiéndote tan abiertamente; así que.. ¿Que te parece si tú agregas eso último? Que mis deseos sean eso que tú quieras escuchar, si es que aún piensas en mi; y si ese no fuera el caso, oh mi rey en jacque, ignora esto y continua tu vida con esa bella pelirroja que ahora ves todas las mañanas en esa cama.. en la cual yo también te solía amar.