-Yo no sobreviviría en la Grecia antigua.-, le dije.
-Seguro que si, y tal vez también nos hubiéramos encontrado ahí
-En esa época las casaban jóvenes y soy un poco menor que tú, no hubiera sido una buena historia
-Un esposo no me detendría, podría robarte, llevarte a escondidas a mi ciudad. Eres tan hermosa que todos lo entenderían.- Me sonrojé tímidamente y él me apretó un poco más en respuesta. -¿Como en Elena de Troya?.- pregunté.
-Exacto y también podría empezar una guerra por ti
-Yo no empiezo guerras
-¿Ah no?- Lo miré fijamente, su mirada es tan intensa que me nerviosea -Por mi se terminan.- Y lo besé.
No salimos del cuarto en toda la mañana.
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