En lunas como esta suelo cuestionarme, en la opinión de mi psicólogo, demasiado. Tengo largas conversaciones conmigo misma sobre puntos inclinados de situaciones cotidianas; suelen ser agradables pero hoy.. Hoy discutí majaderamente porque hablé de ti.
Una memoria de playa en invierno encaminó el debate, parte de mi disfrutó esa tarde.. La otra solo recuerda la gran pelea y los besos de rabia. La primera parte sostiene que ninguna relación es perfecta, que los desacuerdos se viven y que la normalidad es cuestión de perspectivas pero la otra siempre la cuestiona; simple y firme desbarata cada argumento a favor tuyo.
Yo la veo como mi abogada de oficio, del tipo que te defiende porque sabe que nadie mas podría.. Ya sabes del que solo hace su trabajo. Es buena, realmente buena, se ganó el titulo y mi admiración pero muchas veces tengo ganas de ahogarla, hoy también.
Me gustaría no sobrepensar las cosas, decidir basada en lo que realmente siento y no sentir basada en lo que decido pero no puedo cambiarlo, creeme lo he intentado. Lo único que puedo ofrecerte ahora es una ocasión donde pueda callarla, una breve situación donde lo que hablemos sea real.
Si crees que un instante vale el intento... Bien, pero será el único.
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