Soy una persona llena de promesas rotas, de siestas profundas, de momentos temperados y lágrimas de seda.
Jamás bordearé lo clásico, jamás ursuparé un puesto que no sea mio, y la infelicidad rudimentaria no me asusta.
Mis alas no son blancas, mi tacto es brusco y mi ser siempre grita.
No veo el futuro mi amor, pero creeme, no quieres vivirlo conmigo.
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